PREPARACIÓN SOPORTE Y PROTECCIÓN DE
ARMADURAS
El primer paso a realizar es la preparación del soporte. Se
limpia la superficie a fin de dejarla libre de partículas que
puedan restar adherencia al mortero de reparación. Se
busca que el soporte esté firme (resistencia a tracción
mínima de 1N/mm2), limpio y libre de hollín, polvo, salitre,
musgo, etc.
El saneado se realiza por medios mecánicos (picado,
abujardado, agujeteado, etc.). La eliminación del hormigón
afectado se realiza hasta alcanzar la profundidad de la
armadura, sobrepasándola en profundidad en al menos el
diámetro de la barra.
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Se trata la totalidad de la zona afectada por la oxidación,
eliminándose cualquier parte fisurada o susceptible de
desprenderse del elemento de hormigón.
En las tareas de picado, se intenta asimilar el cajeado a
formas geométricas sencillas, facilitándose tanto la
transmisión de esfuerzos de la estructura a la zona
reparada, como el relleno del hueco.
La eliminación del óxido de la armadura se realiza mediante
raspado con cepillo de púas en caso de pequeñas
superficies, o mediante chorro de arena para grandes
reparaciones. Las armaduras a la vista, deberán
desoxidarse por medios mecánicos hasta grado SA2, según
ISO 8501-1/ISO 12944-4, en la totalidad de la circunferencia
del armado. Una vez eliminados todos los restos de óxidos
de la armadura, se procede a la comprobación de la cuantía
geométrica de acero restante, para proceder a la reposición
de las armaduras dañadas. Para ello se ubican conectores
metálicos, y se realizan taladros en el forjado existente,
donde se anclan las barras corrugadas mediante resina
CONCRESIVE 4000.
Por tener zonas donde vaya a haber un recubrimiento
mínimo de hormigón de 10mm, y por querer realizar una
protección activa de las armaduras, se recomienda la
utilización del producto EMACO NANOCRETE AP. Se trata
de una imprimación activa para protección de las
armaduras.